La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una aliada para los docentes, ayudándonos a personalizar el aprendizaje y optimizar el tiempo. Pero para aprovechar todo su potencial, es clave saber cómo comunicarnos con ella y es aquí donde entra en juego el prompt.
El prompt es la instrucción que damos a la IA para que genere una respuesta. Si lo redactamos bien, obtendremos respuestas más precisas, útiles y adaptadas a nuestras necesidades. En cambio, si es demasiado ambiguo o poco claro, los resultados pueden no ser los esperados.
Ahora bien, recuerda que la IA también comete errores y, por tanto, es imprescindible que revises y verifiques sus respuestas.
Hemos preparado una infografía con 10 recomendaciones para escribir prompts que nos permitan sacar el máximo provecho de la IA.
¡Vamos allá!
Ventajas de redactar bien un prompt:
- Respuestas más precisas y útiles: la IA entiende mejor la petición y ofrece información más relevante, reduce ambigüedades y evita respuestas generales o fuera de contexto.
- Ahorro de tiempo: un buen prompt evita tener que reformular la petición varias veces.
- Resultados personalizados: al adaptar la instrucción podemos obtener respuestas ajustadas a nuestras necesidades.
- Creatividad y eficiencia: si la instrucción es precisa, la IA puede generar ideas innovadoras y de calidad.
Inconvenientes de no redactar bien un prompt:
- Respuestas imprecisas o irrelevantes: la IA puede interpretar mal la petición y dar información poco útil o incorrecta.
- Pérdida de tiempo: si hay que reformular muchas veces el prompt, la eficiencia se reduce.
- Dificultad para personalizar los resultados: sin claridad y precisión en la instrucción, las respuestas pueden ser demasiado genéricas.
- Frustración y desmotivación: no obtener la respuesta esperada puede generar desconfianza en la herramienta.
- Uso menos efectivo de la IA: no aprovechar todo el potencial de la herramienta puede limitar su impacto positivo.
